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Feria de Abril 2019

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Las calles llenas de farolillos, las casetas, los caballos, la comida, los trajes de gitana, bailar, una buena charla, la felicidad y las risas… ¡Se llama Feria de Abril!

Es una celebración profana que se celebra dos semanas después de la Semana Santa. Este año será la tercera ocasión en la que la Feria de Abril no se celebre en este mes porque la Semana Santa de este 2019 se celebró tarde, hasta el 21 de abril. A los Sevillanos nos encanta esta festividad y es la manera ideal de pasar tiempo con la familia y los amigos. Al igual que la Semana Santa, fue declarada como Interés Turístico Internacional.

EL ORIGEN DE LA FERIA

Los orígenes se remontan al agosto de 1846, cuando dos concejales empresarios asentados en Sevilla, Son Narciso Bolaplata y José María de Ybarra quien organizaron una feria ganadera por motivos agrícolas. La reina Isabel II aceptó la idea de la celebración y la primera feria se celebró un año después, el 18 de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián con 19 casetas y ¡fue todo un éxito! Tras la primera celebración, los comerciantes solicitaban al ayuntamiento una mayor presencia policial por el volumen de la audiencia que esta tuvo. Desde entonces, la Feria ha crecido y se convirtió más en un carácter social y el número de visitantes fue aumentando, se ha convertido y tiene más un carácter social que comercial, el número de visitantes también ha aumentando y se ha convertido en una tradición anual.

La duración de la celebración era solo solo de tres días, pero desde los años 50 se celebra durante una semana y todavía se hace haciendo así. Hasta hace 3 años, la Feria comenzaba un lunes y finalizaba un domingo. Pero ahora es de sábado a sábado, ¡mucho mejor!

La palabra “feria” deriva de una palabra latina que los romanos usaban para señalar fiestas y días de descanso, y también como referente de todo acto civil para dedicarse al culto religioso y festejos que se celebraban.

LA REALIDAD DE LA FERIA HOY EN DÍA

Este año la Feria se celebra del 4 al 12 de mayo, y se ubica entre Los Remedios y Tablada, y se dividen en tres zonas: El Real de la Feria, la Calle del Infierno y los aparcamientos.

La Portada es la puerta principal de entrada al recinto Ferial, cada año está dedicada a un monumento o edificio de la ciudad o en conmemoración de algún acontecimiento. Este año, el diseño de la Portada está inspirado en el Pabellón de Sevilla de la Exposición de 1929, llamada: Sevilla, Escenario de Arte, Cultura e Historia.

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El Real de la Feria, es una zona que consta de 25 manzanas y 15 calles con más de 1000 casetas que pertenecen a familias, asociaciones o amigos. Las casetas son el “hogar” de sevillanos e invitados durante estos días de fiestas. Hay dos tipos de casetas: las privadas para familias, grupos o empresas que pagan su cuota anual para mantenerlas y las públicas que pertenecen de los distritos de la ciudad. Cada caseta tiene bar, cocina y sistema de sonido para disfrutar todo el día.

En la Calle del Infierno se encuentran los “cacharritos”, es decir, atracciones para los niños, bodegones, espectáculos, tómbolas, circo y puestos muy diversos.

Además todas las calles están cubiertas de un color amarillo que concretamente llamamos albero, que puede apreciarse en cada Portada del año, ese color especial que tiene Sevilla.

La moda y el estilo de ropa durante estos días también es muy importante y significativo: para los hombres el traje tradicional es una chaqueta corta, pantalones ceñidos, botas y un sombrero cordobés, aunque hoy en día se sustituye por un traje normal o camisa y pantalones de vestir; y las mujeres llevan sus traje tradicional, que es el traje de gitana. ¡Cada año puede haber cambios de moda en los trajes de gitana, así que mujeres deben estar atentas para ir a la última en la feria!

Cada calle en la Real de La Feria lleva el nombre de una figura importante del toreo. También es la temporada en que comienzan las corridas de toros.

EN ESTA FERIA NO TE PIERDAS…

Hay algunas actividades y eventos interesantes que no te puedes perder esta Feria de Abril 2019:

  • El “Alumbrao”
    El inicio de la Feria de Abril se llama “El Alumbrao” y tiene lugar el sábado a las 12 de la noche, partiendo de la gran Portada. Es el momento cuando se encienden todas las luces de las calles que alumbrarán el recinto ferial. La noche es también conocida como lunes del “Pescaito”, y se trata de una cena con un menú variado de pescado frito, acompañados de embutidos y quesos, regados con cerveza, manzanilla y vino fino. Aunque este año, el día del “Pescaito” será el sábado.
  • Paseo de Caballos
    Durante el día hay muchos jinetes montando con sus caballos y carruajes, es uno de los espectáculos más llamativos de la Feria de Abril, algo que se conserva como en el pasado.
  • Vestir el traje tradicional de gitana
    Si te gusta esta moda y quieres probarte un traje de gitana para la Feria, pero sin gastarte mucho dinero o comprar uno, es posible alquilar trajes para los días de feria…. pero debes hacerlo con tiempo, mucha gente decide alquilar durante estos días y se acaban muy rápido.
  • Los fuegos artificiales
    El último día, el sábado a medianoche hay un espectáculo de fuegos artificiales, y el mejor lugar para verlo es en el paseo del Guadalquivir.

¡Ojalá nos veamos esta semana en la Feria! Y si no coincide, quizá el año que viene…

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Feria de Abril 2019

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.