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#FAVMONUMENT: Ayuntamiento de Sevilla

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La historia del consistorio sevillano se remonta a 1526. Para ponernos en contexto, debemos recordar que Sevilla se estaba convirtiendo en una capital europea. La ciudad había experimentado un gran crecimiento económico debido a que en 1503 se había instalado en ella la Casa de Contratación de Indias y cualquiera que fuese al nuevo mundo, las Américas, pasaba antes por allí. Por ese preciso motivo, el emperador Carlos I de España y V de Alemania, eligió a la ciudad como anfitriona para su boda con Isabel de Portugal.

La primera construcción fue ejecutada por un arquitecto del gótico tardío: Diego de Riaño. Se le encargó, entre otras cosas, que labrara una construcción de piedra con fachadas y dos plantas recubiertas de relieves platerescos. El plateresco es una corriente artística desarrollada en España, que se sitúa entre finales del Gótico y principios del Renacimiento. Consiste en utilizar abundante decoración para edificios y fachadas. El término proviene de una comparación entre el trabajo que realizan los orfebres y plateros con los arquitectos de los edificios.

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En la fachada se pueden ver numerosas detalles, emblemas y florituras platerescos. Entre ellos, tenemos el escudo sevillano del NO8DO, a Julio César y a Hércules. ¿Recuerdas algún otro símbolo?

Fue uno de los primeros edificios construidos en este estilo que simbolizó el dominio que Sevilla, como una nueva capital mundial del comercio, había alcanzado durante el Renacimiento. Ese es uno de los detalles que más nos gustan. Podemos llevarnos horas analizando su fachada, buscando referencias y simbología. Además, la fachada se encuentra al aire libre y nos permite disfrutarla gratis, a cualquier hora, sin necesidad de esperar largas colas y sin la multitud de turistas.

Durante casi dos siglos, se realizaron varias ampliaciones y reformas, pero la más reciente ocurre durante el siglo XIX. Se mantuvo la fachada plateresca del siglo XVI de la plaza de San Francisco, pero Balbino Morón realizó en el otro lado una fachada neoclásica para la Plaza Nueva.

Es por esta razón que vemos una diferencia tan grande entre ambas caras del edificio: una, neoclásica, sobria con paredes lisas; otra, renacentista, decorada y llena de símbolos. Nuestra favorita, sin duda, es la segunda. ¿Cuál es la tuya?

Para concluir, podemos decir que el actual edificio es resultado de varias etapas constructivas diferentes, lo que ha condicionado su estructura y explica su planta irregular, Todo ello hace de este conjunto uno de los más representativos y emblemáticos de la ciudad, cuya historia sigue viva en el siglo XXI.

Y tú, ¿conocías su historia?

En cualquier caso, Sevilla ofrece esta y muchas más joyas que explorar.

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#FAVMONUMENT: Ayuntamiento de Sevilla

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.